Texto de JuanJo7toro
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Hamburgo es la segunda ciudad más grande de Alemania, tiene el segundo puerto más grande de Europa, la ciudad forma su propio estado federal, la tasa de paro es históricamente muy baja y es de las ciudades más ricas del país.
En otros mares navegan sus equipos de futbol, el HSV solo ha ganado dos copas alemanas y pasa lejos de su mejor época, dos descensos en las últimas 10 temporadas y la segunda copa del equipo queda muy lejos en la memoria. Además, el descenso del año pasado como último clasificado de la división supuso un duro golpe en la moral de sus aficionados.
Por otro lado, el Sankt Pauli, solo ha disputado 11 temporadas en primera, justo las mismas que el HSV en segunda. Ningún trofeo importante en su sala de vitrinas y la inestabilidad institucional como norma clara en el conjunto pirata en su historia. Equipo clásico de la 2ª alemana, vive su época más larga en 1ª división desde hace 30 temporadas.
Y en estas condiciones, con el hermano pequeño en Bundesliga 1, mientras por fin puede mirar por encima del hombro a su vecino, el sorteo de dieciseisavos de la DFB-Pokal hacía reencontrarse a ambos equipos.
Aunque tocados por el descenso, los hinchas del Hamburgo han recuperado la esperanza de la mano de su nuevo manager Rusty James, el cual evitó hacer una revolución en el equipo pero dando pequeños pasos está consiguiendo que el conjunto camine en el sentido correcto. La línea es ascendente.
El St Pauli se ha conseguido asentar en 1ª, pero su objetivo sigue siendo evitar el descenso, esta temporada el equipo parece estancado y el fútbol no es el más bonito de la categoría ni anda cerca de serlo, los resultados dejan al equipo en una situación agridulce, el objetivo parece que se cumplirá pero no se aprecia un progreso en el equipo.
Y tras el empate de ida, que terminó 2-2 en el HSV Nordbank, los nervios y las esperanzas de ambos contendientes estaban por todo lo alto.
El HSV Hamburgo no desaprovechó la ocasión y le realizó un bonito homenaje a su capitán Alden Krause, que se retirará a final de temporada con más de 800 partidos en el club.
El St Pauli dominó la 1a parte y se llegó a colocar 0-2 en el marcador cuando Ottokar Rademacher anotó en el minuto 50. La reacción de los "pantalones rojos" no se hizo esperar y la estrella local, el nigeriano Yobo, anotó el 1-2 un minuto más tarde, el acoso local se volvió constante hasta que el propio Yobo marcó el empate en el minuto 80.
Así terminó el partido, vibrante, con muchisimas ocasiones, 4 goles, pero lo importante, empate a los puntos, combate nulo y la cita clave 7 días después en el Millerntor Stadion del barrio de St. Pauli.
La vuelta se antojaba dura para ambos, y los dos equipos lo notaron desde el primer dia, ninguno consiguió ganar su partido del fin de semana.
En la previa del partido, los capitanes mostraron la importancia que suponía para ambos clubes el partido, más que la propia eliminatoria.
Krause comentaba que "aunque a nivel personal la temporada no está siendo la mejor de mi carrera el equipo va por el camino correcto y sabemos que tenemos calidad en la plantilla para ganar. Además tanto Yobo como Lomier están destacando muchísimo y eso nos da un plus de confianza".
Por el bando pirata, Milovan Jovanovic destacaba que "es nuestra oportunidad para darle una gran alegría a la afición, nos gusta ser el mejor equipo de la ciudad y queremos seguir siéndolo", el veterano serbio, que también se retira esta temporada, quiso destacar al uruguayo Porta, "un jugador de su calidad y experiencia es clave en partidos de este tipo, aporta mucho tanto en el campo como fuera de él, es un ejemplo para los jóvenes".
El partido comenzó como acabó el anterior, el acoso del HSV era notable y el portero Anatolakis se defendia como podia ante una defensa desbordada. Pasados los 20 minutos de juego, nuevamente Yobo se erigía como heroe visitante y anotaba un verdadero golazo de falta directa desde el flanco derecho, el gigante nigeriano clasificaba virtualmente al Hamburgo.
El partido se igualó y ambos pudieron anotar antes del descanso, el St Pauli tuvo ocasiones a traves del balón parado mientras que Yobo pudo anotar el segundo de los visitantes.
La 2ª parte siguió la misma tónica que el final de la 1ª, Saha, medio izquierdo del Hamburgo llevaba el peligro para los visitantes, mientras Meier y Porta lo hacían para los locales. Hasta que en el minuto 80, un balón a banda izquierda para la subida del lateral zurdo Erdmann abrió un hueco en la defensa de los dinosaurios y el centro medido a la cabeza del delantero Rademacher que se encontraba solo en el área, permitió al espigado delantero alemán anotar uno de los goles mas importantes de su carrera.
El resultado no se movió y el hermano pequeño seguirá soñando que es el grande durante una temporada más, de momento se lo ha ganado, los piratas navegan orgullosos y seguro que vengaran las risas que llevan sufriendo de sus vecinos durante tantos años.
Ahora sí, Hamburgo huele a fútbol, su derbi huele a nuevo, y huele bien.
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